Un estudio indica que esta bebida aporta compuestos nutritivos a la dieta de los mayores, también puede reducir los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y proteger al organismo de la oxidación
El manual Cerveza, hidratación y mayores , elaborado por la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, indica que esta bebida aporta compuestos nutritivos saludables a quienes la ingieren y en el caso de las personas de edad avanzada que no tienen patologías médicas, también les hace "disfrutar de un sabor que evoca a la juventud y les aleja de la monotonía".
De este modo, la publicación apunta que la cerveza aporta más de 2.000 elementos con un especial interés nutritivo, como vitaminas del grupo B (especialmente, ácido fólico), fibra y minerales (silicio, potasio y magnesio). Además, el 92% de este líquido es agua, por lo que puede contribuir a evitar la deshidratación. La publicación elaborada por el profesor Jesús Román Martínez, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, destaca que esta bebida también puede prevenir enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas o relacionadas con los huesos, por lo que es "una buena opción para las personas mayores".
Según Martínez, "incluir este tipo de bebidas en la dieta puede suponer un atractivo adicional" para este grupo de edad, siempre que tenga salud, la consuma en cantidades moderadas (una o dos unidades para mujeres y dos o tres para hombres) y, preferiblemente, acompañada de alimentos.
El autor del trabajo señala que a pesar de que los mayores son uno de los colectivos más sensibles a la deshidratación, "la ingesta de líquidos suele resultar difícil para ellos debido a una menor percepción de la sed, por lo que la cerveza, por su sabor, puede ser una opción válida y apetecible", que puede contribuir a evitar este problema de salud, subraya el profesor.
Los beneficios adicionales sobre el sistema cardiovascular se derivan de la contención de vitaminas, minerales, antioxidantes naturales y otros compuestos imprescindibles para el organismo. Asimismo, en los últimos años se han publicado varios estudios que constatan que el consumo moderado de cerveza protege al organismo de la oxidación y el envejecimiento de las células, por lo que puede prevenir o retrasar enfermedades degenerativas, muy presentes en edades avanzadas.
Diversos estudios confirman que la cerveza puede contribuir a mejorar la respuesta inmune contra los agentes responsables del desarrollo de enfermedades infecciosas. En esta línea, una investigación realizada por el Instituto del Frío del Consejo Superior de Investigaciones Científicas apunta que, tanto en mujeres como en hombres adultos y sanos, el consumo moderado durante un mes produce un efecto beneficioso, al observarse una mejora en el sistema inmunológico, especialmente en las mujeres. Por último, este líquido es una de las principales fuentes de aporte de silicio a nuestra dieta, un mineral que parece interaccionar con el aluminio, un metal neurotóxico que se relaciona con el Alzheimer, la demencia y otros desórdenes neurodegenerativos. El silicio también está vinculado a la salud ósea, ya que evita la pérdida de hueso.
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